miércoles, 24 de junio de 2009

Resiliencia

La población peruana se halla expuesta a cientos de ataques distintos de parte del ambiente que los envuelve, uno de ellos, y si acaso, el más importante de todos, es la extrema pobreza en la que lleva a cabo su vida gran parte de la población.

En primer lugar la pobreza no solo incluye limitación en el dinero y en los objetos materiales; es decir, que no solo tiene que ver con cuestión de ingresos. Ésta implica muchas otras carencias, que sí generan una diferencia entre los niños pobres y los que pertenecen a un sector más privilegiado. Una de ellas es la desnutrición crónica. Además, varias veces, es la causa por lo que los niños no cumplen con las metas de su desarrollo físico y mental y no pueden rendir de manera óptima en clase y en la vida. Otra de las limitaciones generadas por la pobreza es la falta de afecto en el hogar y el maltrato infantil. La cual suele darse, en su mayoría, en lugares carentes y con rasgos culturales provenientes de la sierra o ya sea impulsada por la falta de educación de los padres o las frustraciones que la misma pobreza conlleva. Esto genera niños frustrados y que posiblemente repetirán estos patrones de crianza más adelante.

Dentro de estos ambientes, los niños y las familias en conjunto necesitan tener herramientas para salir adelante, algunos deben ser proporcionados en las instituciones educativas, para poder lograr que los niños afronten sus realidades y las transformen en oportunidades para crecer y lograr desarrollarse de manera positiva. Este “poder salir adelante” recibe el nombre de resiliencia. La resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar de una manera adecuada situaciones adversas y difíciles, como factores estresantes y situaciones riesgosas.

En estas situaciones los docentes tenemos el papel de ser aquellos que contengan al niño cuando esté pasando por momentos difíciles, aquellas personas que no los maltratan, que no les gritan, sino que están ahí para ayudarles y atender a sus necesidades. Debemos, además, proporcionarles un ambiente “rico” donde puedan expresarse de manera positiva, canalizar sus emociones y sobre todo desarrollarse integralmente y positivamente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario